Me enseñaron a tener miedo, me educaron para ser una persona politicamente correcta. a seguir unas normas y una moral social, me mostraron un mundo que podía ser sencillamente correcto.
Al principio, pareció que seguiría su camino, pero no, al final tome mi ruta alternativa. Contradije sus palabras con mis actos, rompí sus proyectos con mis sueños y avancé sin su consentimiento.
Un día me caí y me lesioné, con mi lesión se esfumó parte de mi alegría y mi fuerza. parte de mi color y llegó el luto por mis sueños rotos.
Pero si algo he aprendido en este camino es que jamás dejaré de luchar por mis deseos, por mis sueños, por mis esperanzas, porque al fin y al cabo esta vida que vivo es mía y no de los demás. Ahora ya no puedo ondear por el mar, pero ondearé por las calles, callejaré con mi música por todas partes. Y lo que digan los demás me dará igual.
Siempre andaré buscando la gran ola. Acompañame que te echo de menos.
3 comentarios:
que bonita entrada erin......la verdad es que nuestros sueños....rompen los proyectos de quienes esperan mas de nosotros....ojala pudiese mirar con ese optimismo que miras tu el futuro....sin importarte sufrir o romper mas sueños.....yo vivo encerrada en mi fortaleza y no lo habia notado hasta ahora....ahora que alguien quiere entrar
besitos
sin luchar por los sueños los deseos y demás...no se consiguen. Y eso lo sabes muy bien. No creo que te falte conocimiento de este hecho. Nunca hay que rendirse porque a fin de cuentas, si no hay intento no hay logro.
Uffff, me has dejado sin palabras. Si esa ola es grande quizá me suba a ella pero con una condición; no bajarme jamás. He vuelto. Besos.
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