domingo, 26 de octubre de 2008

Forever


Hay sueños que duran eternamente....


mereciera la pena morir por ellos. O simplemente morir para


no despertar de ellos.

martes, 14 de octubre de 2008

137 horas

No tengo nada que contar al resto del mundo, yo ya sé y tú ya sabes que nuestro mundo era nuestro, no dejé que nadie más entrara en él y sin ti...ya no existe, se cierra y crea un agujero que absorbe toda vida que en él hubiera. Así que si no lo ves, lo notarás. Será como una corriente que absorbe, un fuerte viento que todo se lo lleva y si te deja en pie es porque puedes mantenerte con vida sin lo que aquel mundo era..Lo notas...lo notas ? El mundo empieza a desaparecer..si, cuenta hacia atrás..son las horas que le quedan..

jueves, 2 de octubre de 2008

Escribir


Antes solía escribir para que tú me leyeras, para sentirte más cerca. Al menos mientras estabas un poco lejos de mí, pero ahora tan lejos te hayas que no tiene demasiado sentido que siga escribiendo para ti. Ni para nadie.

Ahora debo empezar a escribir para mí, para todos y para nadie.


Creo que una hoja de hierba, no es menos
que el día de trabajo de las estrellas,
y que una hormiga es perfecta,
y un grano de arena,
y el huevo del régulo,
son igualmente perfectos,
y que la rana es una obra maestra,
digna de los señalados,
y que la zarzamora podría adornar,
los salones del paraíso,
y que la articulación más pequeña de mi mano,
avergüenza a las máquinas,
y que la vaca que pasta, con su cabeza gacha,
supera todas las estatuas,
y que un ratón es milagro suficiente,
como para hacer dudar,
a seis trillones de infieles.

Descubro que en mí,
se incorporaron, el gneiss y el carbón,
el musgo de largos filamentos, frutas, granos y raíces.
Que estoy estucado totalmente
con los cuadrúpedos y los pájaros,
que hubo motivos para lo que he dejado allá lejos
y que puedo hacerlo volver atrás,
y hacia mí, cuando quiera.
Es vano acelerar la vergüenza,
es vano que las plutónicas rocas,
me envíen su calor al acercarme,
es vano que el mastodonte se retrase,
y se oculte detrás del polvo de sus huesos,
es vano que se alejen los objetos muchas leguas
y asuman formas multitudinales,
es vano que el océano esculpa calaveras
y se oculten en ellas los monstruos marinos,
es vano que el aguilucho
use de morada el cielo,
es vano que la serpiente se deslice
entre lianas y troncos,
es vano que el reno huya
refugiándose en lo recóndito del bosque,
es vano que las morsas se dirijan al norte
al Labrador.
Yo les sigo velozmente, yo asciendo hasta el nido
en la fisura del peñasco.

Walt Whitman