La vida es puro teatro. Todo el mundo actua. Algunos saben bajar del esecenario en ocasiones y mostrar con todos sus sentidos lo que son, sin miedo a esconderse delante de aquellos que creen que no les traicionarán.
Pero el 90 % de ese tiempo nos lo pasamos actuando. Todos. Por miedo, por indiferencia, por rabia, por amor, por costumbre, por falta de ella, por atrevimiento, por cobarsía, por timidez o quizá porque sí.
El otro 10 % solemos estar solos y delante de nosotros mismos no es necesario que actuemos. A veces simplemente nos mentimos a nosotros mismos para sentirnos algo mejor.
Pero ¿por qué nos esforzamos en hacer daño? Siempre me he preguntado la necesidad del ser humano de hacer daño al que tiene cerca, al que dice que quiere pero que en realidad lo manipula para conseguir sus objetivos, sin importarle realmente lo que el otro siente. ¿Qué clase de persona es esa?
Yo no tengo respuesta. Siempre deteste a este tipo de humanos. No sé porqué.
3 comentarios:
No creo que actuemos. Al menos, no todo el mundo.
Yo que odio a muchos tipos de humanos, te diré que uno de los peores es El perro del Hortelano.
dintel, cierto..no todo el mundo actua, pero a veces yo creo que hasta confundi quien es real del que es solo una ilusion.
anonimo, el perro del hortelano? Ese es otra historia...creo yo vamos, ya no se trata de actuar o no. Es forma de tratar..pero vamos yo al que no come ni deja comer lo envio rapido a otro restaurante
Publicar un comentario